❥ 🇨 🇺 🇦 🇹 🇷 🇴 

—Si te hubiera dicho que no podía arreglar las motos, ¿Qué hubieras dicho?—preguntó Jake cuando estaba de copiloto en mi auto.

—¿Dudas de tu habilidad? Eso no me lo esperaba.—reí un poco.

—No, por supuesto que no. Las dejaré como nuevas. Solo que si fuera más astuto hubiese dicho algo más.

—Si hubieras dicho que no arreglarías las motos hubiese dicho que lo siento pero que tendríamos que encontrar algo más que hacer. ¿Ese es Sam?

—Si, el y su culto.

Vi como tiraban a uno de ellos, el chico cayó por el acantilado, —¡Por Merlín!

Me estacioné de golpe y me bajé, corriendo a ver mejor como tiraban a unos más.

Jacob solo reía mientras llegaba a mi lado, —No se estaban peleando, Ly, saltan acantilados. Aterrador pero muy estimulante.

—¿En serio?

—Muchos saltamos desde más abajo, dejamos las payasadas para Sam y sus discípulos.

—¿Tienes algún problema con el, Jake?—me acerqué.

—Se sienten los dueños del lugar, Embry los llamaba Los vigilantes en esteroides y ahora míralo.

—¿Ese es Embry?—pregunté viendo como un chico muy parecido se tiraba del acantilado.

—Si...

—¿Qué pasó con él?

—Faltaba a clases y de repente empezó a seguir a Sam, como si fuera un cachorro. Lo mismo les pasó a Paul y Jared. Sam siempre me mira con desdén, como esperando por mi o algo así, y está empezando a asustarme.

—Pero, solo evítalo.

—Eso hago.

Después de mucho, mucho sufrimiento de espera para tener una gran descarga de adrenalina.

Aquí estoy, parada frente a la máquina mortal que Jake reparó, pase una pierna por la moto y quedé sentada sobre ella.

No se sentía tan diferente como la vez en la que me subí a la moto de Aster, solo que esta vez yo la manejaba.

—Te vez asustada.—dijo Jake.

—No lo estoy.—respondí rápidamente.

—De acuerdo, freno...

—Este.—señalé.

—Embrague.

—Aquí.

—Y, arranque.

Prendí el motor.

—¿Lista? Bien, ahora suelta el embrague despacio.

« Ashby » lo volví a ver, poniendo su mano sobre la mía « Para »

Solté muy rápido el embrague, causando que la moto avance de improviso y a mi casi me de un paro cardíaco.

—Wow, ¿Qué haces?—preguntó.

—Trataré de nuevo.—solté ahora más despacio el embrague y la moto avanzó a una velocidad normal.

Me sentía, bien, en verdad bien. El viento en mi cara me tranquilizaba un poco y me liberaba, no como la música y el canto pero lo hacía.

Empecé a ver siluetas de Edward por todos lados cuando fui más y más rápido por inercia.

Ya no tenía control de la moto, iba cada vez más rápido, —Wow, wow, wow, wow, wow, esto no era parte del plan.

—¡Aprieta el freno!

—¡Merlín!—grité cuando salí volando de la moto y choqué contra una piedra.

Me reincorporé un poco y me senté, Jacob ya estaba frente a mi.

—Lo que trataste de hacer es una locura, olvídalo ¿Si? No más motos, estás sangrando.

—Auch.—dije haciendo una mueca, sentí la sangre cayendo de mi frente, —Oh por Merlín, esto es horrendo, lo siento.

—¿Te disculpas por sangrar?—preguntó divertido.

—Si eso, parece.

—Es solo sangre, Ly. No pasa nada.

Se quitó el polo e hizo presión con el en el sangrado, ardía mucho.

—Era negro azabache, y enorme. En cuatro patas era más grande que una persona ¿Un oso tal vez?—dijo Ángela.

—O un extraterrestre, suerte que no te atrapó.—jugó Mike.

—Bueno, yo lo vi.—se defendió Ángela.

—Y no eres la única.—me uní por primera vez a esta conversación, me había quedado callado luego de la última, —Charlie recibió informes en la comisaría, como que a cinco excursionistas los mató un oso. Pero no aparece.

—Es la última vez que dudan de mi novia.—rió Eric.

—Y dime ¿Ya volvió la antigua Ashly? Digo, la que es la más sociable, la sonriente.—preguntó Mike.

—Si, eso, eso creo.

—Eso es, bienvenida. Escucha, ahora que, tú sabes, estás hablando aún más y eso ¿Te gustaría ir al cine conmigo?—dijo el rubio.

Creo que sería una buena salida, como amigos.

—Si, claro.

—Que bien, déjame ver, ¿Qué tal si vamos a ver Amor deletreado al revés? Es amor...ya sé que es un título idiota pero es una comedia romántica y...

—No, ningún romance...¿Y qué tal Odio mortal? ¿Has oído de esa?

—Em, bueno sé que es una película de acción

—Si, perfecta. Eso de la adrenalina, es lo mío.

—Okey.

No iba a ir sola con el, sabía que estaba enamorado de mi y no quería darle falsas esperanzas.

—Invitemos a los demás ¿Ustedes quieren ir a ver Odio mortal?

—¡Odio mortal! ¡Si!—exclamó Eric, emocionado, —Oye, Mike íbamos a verla ¿Recuerdas? ¡Odio mortal!

—Ah, si si. Lo recuerdo.

—Película con Ashly.—canturreó Jessica, con evidente envidia.

—Dos boletos para Odio mortal, por favor.—pedí en la garita del cine.

—Claro, aquí tiene.—el chico me entregó las entradas luego de haberle pagado.

—Jessica no llegó y Ángela tiene dolor estomacal así que Eric se quedó con ella. Quedamos los tres.—llegué con Mike y Jake.

—Genial.—dijeron los dos.

Ya estábamos viendo la película, bueno supongo que ellos estaban viéndola, yo solo estaba incómoda.

Quería apoyar mis manos en uno de los respaldares de brazos pero estaban ocupados, por los brazos de Jake y Mike, no tenía donde apoyar mis brazos.

—Creo que iré a vomitar.—Mike salió corriendo de la sala.

—Parece mariposita.—bromeó Jake cuando salimos de la sala para ir a la puerta del baño, —Deberías buscar a alguien con mejor estómago. Alguien que se ría de la sangre que hace vomitar a los demás.

—Sí, mantendré los ojos abiertos.

Ambos reímos.

—Me siento mal, tal vez tenga ese temor a la acción.—negué.

—No lo creo.

—Jake, sé que no te lo he dicho pero te necesito, eres mi mejor amigo y te necesito ahora más que nunca.

—Tengo mucho tiempo, no me daré por vencido.

—No quiero que lo hagas, pero solo porque no quiero que te vayas, eso es muy egoísta, lo sé pero nunca funcionaré bien.

Me senté en las escaleras y Jacob se sentó junto a mi.

—Escúchame, sé lo que el té hizo, pero Ly, yo nunca jamás te haría eso. Jamás te haré daño, te lo prometo. No te decepcionaré, puedes contar conmigo.

—Bueno...—dijo Mike llegando,!—Creo que tengo que irme...yo ya me sentía mal antes de la película.

—Si claro.—bromeó Jacob.

—¿Cuál es tu problema?—preguntó Mike, confundido y algo estresado.

—Ahora, tú eres mi problema, si te sientes así, tal vez deberías ir al hospital.—se levantó, enojado, —¿¡Quieres que yo te mandé al hospital!?

—¡Jake!—me levanté, parándolo, —La película se acabó ¿Qué haces?

Puse mi mano en su pecho para que no se acerque a Mike pero lo sentí hirviendo, —Estás ardiendo, como si tuvieras fiebre ¿Estás bien?

—No sé qué me pasa.—admitió, —Me tengo que ir.

—Es algo raro.—comentó el rubio.

Luego de la ida de Jake, lo llamé muchas veces, pero Billy me contestaba diciendo que su hijo solo tenía monunclosis y no me permite visitarlo, pero aún conservaba esperanza de que me llamase.

Siempre lo llamaba, todos los días. Esperando su llamada o solo escuchar su voz.

Charlie se había ido a pescar hoy con Harry Clearwater. Y yo estaba yendo a la casa de Jake, necesitaba verlo.

Y lo vi, sin camisa, con el cabello corto y con un tatuaje. Me estacioné frente a él, estaba lloviendo.

—¡Jake! ¡Oye!—llamé bajo la lluvia para acercarme a él.

Lo vi voltearse con frustración.

—¿¡Te cortaste el cabello!? ¿¡Te hiciste una tatuaje!? ¡Creí que estabas demasiado enfermo para salir, o para levantar el teléfono cuando llamaba!—le reclamé.

—Vete, Ly.

—¿Qué?

—Que te vayas

—¿Qué te pasó? ¿Qué es lo que...?—lo vi irse, —¡Oye! ¡Contéstame! ¿Es que Sam te convenció? ¿Es o es lo qué pasa?

—No, Sam trata de ayudarme. No lo culpes a él, pero si buscas a quien culpar, ¿Qué tal los asquerosos chupasangre que tanto amas? Los Cullen.

¿Chupasangres? ¿Jake lo sabía? ¿El sabía que los Cullen eran vampiros?

—No sé de lo que estás hablando.

—Sabes exactamente de lo que estoy hablando, has engañado a todo el mundo, a Charlie. Pero no me engañas a mi, se acabó, Ly.

—¡Jacob! ¡Jacob!—llamaba el culto de Sam.

—Escúchame, ya no podemos ser amigos.

—Jake sé que te lastimé, de alguna u otra forma pero lo siento, esto está matándome, Jacob. Me prometiste quedarte conmigo, pensé que no me dejarías caer de nuevo o peor. Porque yo te creía mi nuevo salvador.

—No eres tú.

No eres tú, si no yo ¿Verdad? ¿¡No es cierto!?

—No se trata de mi, no soy bueno, solía serlo, era un buen chico. Ya no lo soy, ya ni siquiera me importa ¿De acuerdo? Esto se terminó.

—No puedes terminar conmigo, porque eres mi mejor amigo y no sé qué haría sin ti, Jake. Me lo prometiste.

—Lo sé, prometí que no te haría daño, Ly, y ahora estoy cumpliendo mi promesa. Vete y ya no vuelvas, o saldrás herida.

Y así se fue, dejándome en medio de la lluvia, con el corazón partido más que antes, si es que eso se podía.

Necesitaba un lugar seguro, uno donde nadie me podría encontrar, y ya que Edward no estaba más, podría ir al prado donde me había llevado.

Las cosas están mal, de nuevo, sin Jake no podría soportarlo, esto era mucho peor que la primera vez, porque Peter no se compraba con Edward.

Ya no he vuelto a ver a Edward, parece como si nunca hubiese existido, pero todo se lo había llevado consigo.

El hermoso prado, de color verde vivo, con flores de colores y diversas mariposas, mariquitas y muchos animalitos donde el me había llevado ahora solo era un lugar desolado, de color marrón y sin ningún ser vivo en el.

Esto ya me estaba superando, nunca me había preparado para algo así.

—Ashly.—escuché que me llamaron.

—Laurent.—dije confundida.

¿Él que hacía aquí?

—No esperaba encontrarte aquí. Fui a visitar a los Cullen pero la casa está vacía, me sorprende que te hayan dejado aquí ¿No eras una especie de...mascota? Para ellos.

El caminaba.

—Si, algo así.

—Y los Cullen ¿Te visitan a menudo?

La silueta de Edward volvió a aparecer frente a mi « Miente »

—Si, todo el tiempo, ya sabes, con su velocidad vienen y van. Pareciese como si nunca se hubiesen ido, claro para mi. De hecho podría decirles que viniste a verlos, creo que ahora vendrá Rosalie, ella quería verme según Alice.—mentí.

El seguía caminando de aquí a allá.

—Pero tal vez, no debería decirle a Edward, el es...muy protector conmigo.

—Pero está, muy lejos ¿Cierto?—preguntó y yo hice el ademán de calcular algo.

—A unos...cuantos minutos, de hecho puede ser que Alice ya llegue, le dije a Rosalie que le diga que me viera aquí, es un lugar más privado. Aunque veo que ya no tanto.

—Claro.—rió un poco.

—¿Por que estás aquí? Para ver a los Cullen no creo.

¿De donde mierda saqué fuerza suficiente para mentirle así a un vampiro?

Y me acabo de dar cuenta que dije que Alice vendría, cuando hace un momento había dicho que Rosalie sería la que vendría.

Estupida Ashly.

—Vine por hacerle un favor a Victoria.—se acercó a mi, —Me pidió que averiguara si seguías bajo la protección de los Cullen. Victoria cree que es justo matar a la pareja de Edward, ya que el mató a la de ella. Ojo por ojo.

« Amenázalo » escuché a Edward.

—Los Cullen sabrían quien lo hizo, y como ya te dije, Rosalie va a llegar en cualquier momento, esa rubia no te perdonará nada. Y Edward menos si haces lo que tienes planeado.—amenacé tal y como me lo pidió .

—Victoria no se pondrá muy feliz si te mato, pero no puedo controlarme, eres tan pero tan apetitosa.—se acercó a mi y agarró un mechón de mi cabello haciendo que volteé la cara.

Solté un pequeño jadeo de dolor cuando sentí un ardor en mi garganta, sentí a Laurent olfatearla antes de hablar.

—Y tienes la sangre dorada, será más satisfactorio. Es por tu bien, entiende. Victoria planea matarte lentamente, mientras que yo planeo hacerlo rápido, sin dolor. Lo prometo, no sentirás nada.

—Merlin apiádate de mi.—susurré cerrando los ojos.

—No puedo creerlo...

Vi la dirección en la que Laurent miraba y vi lo que Ángela había descrito.

Pero no eran osos, eran lobos, lobos gigantes con enormes colmillos. Eran una manada.

Corrieron tras Laurent, yo estaba en shock, un lobo café se quedó a mi lado un segundo, sus ojos eran muy familiares para mi. Pero no sabía el por qué.

El lobo me miró y bajó la cabeza para luego reincorporarse e ir corriendo con los demás.

Yo solo corrí a la casa de Charlie.

Eran lobos, ¿De donde demonios salieron esos lobos?

Charlie se había enterado, no sé cómo pero el y Harry Clearwater iban a ir de cacería.

Los lobos ya debieron haber muerto y Laurent le habría dicho a Victoria que estoy desprotegida.

¿Acaso mi perfecta actuación no lo convenció?

Charlie me había dicho que me quedara en su casa, al menos hoy. Para que se le pasara el susto.

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